Cubiertas para libro y álbum ilustrado

Estas cubiertas que podeis ver abajo son mis propuestas para el trabajo que Pablo Amargo nos
ha encargado a los alumnos del Máster en Album Infantil Ilustrado que estamos desarrollando
en Matadero Madrid. Podeis conocer su forma de trabajar a través de este video.

El primero es la cubierta de la biografía sobre el compositor francés Erik Satie publicada en Turner.

Músico y personaje poco común, uno de mis favoritos.

Abajo podeis ver la portada y cubierta completa para un texto de álbum ilustrado escrito por

 Víctor Gonzalez, titulado "Peces" y que comienza así :

Básicamente los peces son de dos tipos: raros y muy raros....

 

Ha sido un trabajo realmente delicioso, las cubiertas siempre me han tentado.

Colaboración Relato / Ilustración.

                                              

 EL PAÍS DE NUNCA JAMÁS

Le gustaba imaginar que podía parar el tiempo y que nada ocurría. Cada miércoles acudía a la Estación Central y se sentaba en un banco a observar a la gente pasar; hombres, mujeres, ancianos y niños, corrían a toda prisa por el andén en busca del tren con destino al país “De Nunca Jamás”. Él no les seguía, aunque lo deseara; el tiempo se le escapaba. En esos momentos, como venganza consigo mismo y disfrutando de cierto placer en el control, detenía el tiempo y el silencio lo consumía todo: no existían silbidos de partida ni el bullicio de las gentes. Los propósitos se congelaban en el aire. Así, cuando se sentía único protagonista, esbozaba una pequeña sonrisa. Ese día nunca llegarían a su destino.

Texto de   Susana Pérez.

Ferenc Pintér

                                Acabo de descubrir gracias a Enrique Flores la espléndidas portadas de
                                FERENC PINTÉR  para las novelas de George Simenon.
                                 

Notas en la calle.

                 Las melodías que Milen toca habitualmente en la calle Santiago son  la banda sonora de esta ajetreada calle vallisoletana.

Interior noche

Imágenes de la VI Sesión.Tango.

    
 Durante la sesión del jueves me dediqué a observar y hacer fotos más que otra cosa, era de esos días que no consigues que fluya el dibujo y en este caso era imprescindible ya que Javier, el bailarín, no paraba quieto ni un momento. Menos mal que otros compañeros si consiguieron conectar con su movimiento y hacer que la mano les siguiera.
                           

Desde la Escuela de Artes nos trasladamos a la academia de baile ,muy cerquita, donde disfrutamos del baile en pareja, una delicia con instantes hermosos que se te ivan de los dedos.

Solo falto yo, claro.

Poco a poco los compañeros irán colgando sus trabajos en Valladolid DIBUJA.